Hace unas semanas tuve la oportunidad de conocer en el MAD (Museo de Arte y Diseño de New York) a Andrew Salomone. Lo encontré en un taller trabajando con una máquina de tejer que ya había visto en alguna oportunidad de mi vida, sin embargo lo que hacía con ella me dejó muy sorprendido. Decidí acercarme, disculparme por interrumpir su trabajo y conversé con él durante unos minutos.
En la mesa donde se encontraba su máquina de tejer pude ver el trabajo que realizaba. Se trataba de prendas con retratos en su mayoría que habían sido tratados mediante el uso de pixels.
Cuenta Andrew Salomone que la idea de confeccionar de este tipo de prendas surgió cuando vivía en Maine en una casa en la que el sistema de calefacción no era bueno. Al tener tanto frio en el interior de la casa, optó por cubrirse con un abrigo y un pasamontañas negro para poder hacer sus quehaceres diarios. El problema parecía haberse solucionado, pero luego reparó que la casa tenía grandes ventanas y que probablemente los vecinos que lo veían a través de ellas podían asustarse, así que decidió hacer algo menos atemorizante, confeccionándose un pasamontañas en el que estuviera impreso su propio rostro.
Andrew desarrolló su pasamontañas utilizando tejido de punto y hierro sobre transferencias de la fotografía de su cara, logrando su objetivo por el momento. Después de un año o dos descubrió la máquina de tejer electrónica de la década de los 80 de su amiga Becky Stern y empezó a pensar en la posibilidad de tejer imágenes digitales. Becky lo ayudó a desarrollar la idea, contactándolo con un amigo ingeniero eléctrico para intervenir o hackear la máquina para conseguir su propósito.
Con ayuda del ingeniero, lograron conectar la máquina de tejer electrónica marca Brother KH-930E mediante un cable USB a una computadora, de tal manera que funcionara como una impresora convencional que en lugar de imprimir con tinta, tejiera imágenes.
El proceso que ha desarrollado, consiste básicamente en manipular una imagen con la ayuda del software Adobe Photoshop hasta que funcione en un patrón. Este proceso tiene un grado de dificultad, debido a que las dimensiones de la imagen pueden salir de manera diferente dependiendo el grado de tensión de los puntos de sutura se establecen en la máquina. El diseño de una imagen para ser tejido a un tamaño específico puede tomar un poco de ensayo y error.
Andrew explica que puede desarrollar cualquier diseño que convierta en un archivo de mapa de bits de 1 bit, pero que existen varias limitaciones: Sólo hay 200 agujas en la máquina de punto, por lo que un trozo de tela puede ser sólo 200 puntos de ancho (Puede trabajar sólo diseños que pueden ser reducidos a un máximo de 200 píxeles de ancho)
La máquina de tejido actualmente puede tejer sólo dos colores por fila, pero explica que está experimentando con maneras de conseguir más colores por fila, y el cambio de colores entre las filas, también.
El uso de esta tecnología y la imaginación han permitido al artista producir una serie de brillantes piezas, incluyendo un sweter en el que aparece Bill Cosby llevando un sweater con su propio rostro y así sucesivamente hasta el infinito. Esta es una de sus obras más conocidas.
Acerca de Andrew Salomone
Investigador de la relación dinámica entre la tradición cultural y la tecnología a través de una combinación de procesos de arte y artesanía tradicionales y los nuevos medios.
Recibió un MFA de la Universidad Nacional de Irlanda y ha expuesto su obra en toda la República de Irlanda. Enseñó recientemente una clase acerca de la práctica del arte en internet Parsons New School for Design. Andrew Actualmente vive y trabaja en Brooklyn.
www.andrewsalomone.com
Columnista:
Daniel Collazos Bermúdez
Todos los posts escritos por el columnista Aquí
Es increíble este trabajo. Mi mamá creo que tenía una maquina así.
ResponderEliminar